miércoles, 6 de agosto de 2008

MARTÍN JADRAQUE


Nº1. VALENTÍN MARTÍN JADRAQUE
EL MÁS MEJOR!!!!!!!!!!!!!!!!
Si la R.D.S. sempre toca el mateix, basicament, es per culpa d'aquest home.
Martín Jadraque ha segut el millor arreglista d'obres per a orquestre de pols i pua. De fet, quasi totes les agrupacions amateurs van pasar de tocar clavelitos a la Simfonía nº6, de Puerto Rico a La Sinfonía de los Juguetes gracies a ell.
Per homenatjar a Jadraque en aquest espai del Plectro, reproduím una entrevista que la publicación Alzapúa li realitza aquest any.
GRACIES JADRAQUE, SENSE TÚ I ELS TEUS ARREGLOS NO SERIEM NINGÚ.

2 comentarios:

Giménez dijo...

YO estudie en el Ramiro con el Jadra.. era una makina dandole a la bandurria, to el dia dale que te pego

Después montamos un grupo heavy en el instituto pero no llegamos a dar ningún concierto porque el director nos tenia mania

Jadra eres el nº 1

Saludos desde Getafe

Juanlu dijo...

¿Cuándo comenzó usted a tocar un instrumento de pulso y púa? ¿Cómo entró en este mundo?Comencé a tocar la bandurria a los 10 años a través del ambiente que se vivía dentro de mi familia. En efecto, mi padre tocaba la bandurria y mis tíos el laúd y la guitarra, y junto con algún otro amigo de mi padre y tíos formaban un grupo que interpretaban las músicas populares de aquellos tiempos, preferentemente zarzuela y por supuesto todo de oído pues desconocían el solfeo. Yo me incorporaba a ese grupo y así iba ejercitando, y entrando en ese mundo del plectro y la guitarra.¿Por qué decide dar el siguiente paso, de intérprete a arreglista?Veía en mi familia primero, en la tuna universitaria después, y en general en el mundo del plectro y la guitarra, cómo se tocaba generalmente de oído y por tanto con carencias de segundas y terceras voces y cuando las había abundaban los errores y las “morcillas” y todo ello porque los instrumentistas en general carecían de documentación entendible al alcance de sus conocimientos musicales, como era el solfeo. Ello me hizo pensar que sería una buena aportación a este mundo de la música de guitarra y plectro, el arreglar partituras con segundas y terceras voces, y que dichas partituras estuviesen escritas en tablatura o música cifrada, en donde el instrumentista lee números que le indican donde debe poner los dedos, sin tener que conocer el solfeo, y que es por desgracia lo que abunda en este mundo de los aficionados a las rondallas, tunas y otras agrupaciones musicales de pulso y púa.Cómo y por qué nace partituraspulsoypua.comEn los años 50 del siglo pasado mis arreglos musicales solo se utilizaban en la Tuna Universitaria del Distrito de Madrid, a la que yo pertenecía. Después de un largo paréntesis, – en que dejé la bandurria para dedicarme a mi profesión de licenciado en Matemáticas e Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos- y a instancias de un pequeño grupo capitaneado por Antonio Albadalejo –médico psiquiatra- me incorporo a la que sería en el año 1982 la Asociación de Antiguos Tunos de la Universidad de Madrid y que hoy perdura. Esta Asociación da diversos conciertos y posteriormente como Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid sigue dando conciertos, utilizando mis arreglos musicales. Entonces pienso en la utilidad que estos trabajos míos podían suponer para otras agrupaciones musicales, pero para ello habría que publicarlos en forma de libros. Los dos primeros libros publicados los lleva a cabo y explota la mencionada Asociación de Antiguos Tunos de la Universidad de Madrid. Posteriormente coge el relevo de la publicación de estos libros un componente de la Asociación – Sebastián Borja – y en la actualidad han salido a la luz otros 10 tomos más, con cerca de 250 partituras en música cifrada y unas 160 partituras en solfeo. Todo este trabajo está reflejado en la página web de Internet www.partituras-pulso-pua.comEn su página web comenta que con el cifrado musical pretende que las partituras lleguen a la mayor cantidad de aficionados posibles. ¿Cree que existe alguna razón (histórica, cultural) para que buena parte de los intérpretes toquen la bandurria o el laud con cifras?En mi opinión la tradicional falta de cultura musical, que empieza en la enseñanza primaria, después en la secundaria y luego en la Universidad y Formación Profesional hace que la mayoría de los aficionados a la música de pulso y púa – que son muchos – no dispongan de una cimentación suficiente para que se interpreten las diferentes melodías en base a la utilización del solfeo. Se recurre al “oído” y ello hace que existan grandes carencias de segundas y terceras voces y éstas, cuando existen, tienen bastantes errores y “morcillas” como dije anteriormente debido a interpretar de “oído”. Es pues una razón histórica basada en la falta de enseñanza musical en los planes de estudios, a lo largo de muchos años. Partía pues de la base de que este mundillo de tunas, rondallas, conjuntos de la 3ª edad, etc. no conocían el solfeo y de ahí que apostase por la música cifrada para llevar a esa gente una ayuda, tan necesaria. Esta solución de la tablatura o música cifrada llevaría a estos aficionados a interpretar sus partituras de forma más sencilla y completa, dando por supuesto la existencia de una correcta medición de notas blancas, negras, corcheas, silencios, puntillos, etc., que habría que aportar. De ahí que la música cifrada sea un alivio para los que no han tenido, ni tienen desde su juventud esa formación musical de solfeo. Por cierto, la música cifrada aporta a los no profesionales, que son la mayoría, en mi opinión, algunas importantes ventajas sobre el solfeo ya que si está medida correctamente – como debe ser – elimina al instrumentista de no muy altos vuelos el tener que pensar cuál es la posición de los dedos dentro de los trastes ante las diferentes posibilidades existentes que da una nota de solfeo, dentro del pentagrama. Quizás esta afirmación escandalice a los más puristas del solfeo pero conozco personas, buenos instrumentistas, que conociendo la tablatura y el solfeo optan por la tablatura. Yo soy uno de ellos.Dispone de un catálogo de más de trescientas partituras. ¿Cómo las selecciona? ¿Qué criterios elige para trabajar en una pieza u otra?En cuanto a la selección que hago en las partituras a “arreglar”, tengo siempre presente a quién van dedicadas en la ejecución de las mismas (que no son profesionales)y al público al que luego se lo van a dedicar. En consecuencia un primer criterio de selección es que sea música pegadiza y de bastante conocimiento por la gente que espero que la escuche, y que no sea de excesiva dificultad de ejecución. Evidentemente, no están elegidas para grandes solistas con una ejecución muy sobresaliente y grandes conocedores del solfeo. Otro criterio siempre ha sido que la partitura “arreglada” no sobrepase los 5 minutos de duración. Piezas muy largas acaban aburriendo al personal no especializado, máxime si no son muy conocidas. Por otra parte procuro elegir piezas de las diferentes parcelas existentes:
Partituras de perfil totalmente clásico: Vivaldi, Haydn, Mozart, Beethoven, Bach, Schubert, Boccherini, etc., etc.
Partituras de zarzuela española.
Partituras de cine y algún número conocido de ópera (las menos).
Partituras ligeras: chotis, foxtrot, sevillanas, seguidillas, etc. ¿Cuál es el perfil del instrumentista que compra partituras en su web? ¿Cuál es la obra más demandada?Respecto al perfil de la persona que compra partituras no puedo informar por lo siguiente:1º) Las partituras publicadas están en libros de 20, 40 ó 50 partituras por libro y pueden elegir una partitura que les gusta pero lo que al final tienen que elegir es el libro en donde está esa partitura. 2º) Una vez realizado mi trabajo (de miles de horas) de arreglar las partituras, yo las pongo a disposición de otra persona – primero fue de la Asociación de Antiguos Tunos de la Universidad de Madrid y luego de Sebastián Borja; miembro de esa Asociación, que es el que se encarga de que mi trabajo se haga realidad en esos libros y se pongan a disposición de quien quiera adquirirlos y naturalmente previo pago de una cantidad para compensar gastos.Quiero poner de manifiesto que mi trabajo de esas miles de horas en esta ardua tarea de arreglar partituras no ha representado para mí ninguna compensación económica ni antes en pesetas, ni ahora en euros. Yo entrego mi trabajo para publicarlo, tal cual sale de mi mano, y ahí termina toda mi intervención posterior. Quizás poner alguna dedicatoria de un libro para un amigo, que me lo solicita. Cierto es, que esta entrega sin compensación económica alguna para mí, está aceptada por mí de forma voluntaria.Le llegarán pedidos de todas las partes del mundo. ¿Es capaz de establecer diferencias entre las formaciones de pulso y púa españolas y las de otros países?Para complementar lo dicho anteriormente y matizar si los pedidos llegan de todas partes del mundo; por no estar yo metido en estos temas crematísticos de ventas sería conveniente que hablasen con Sebastián Borja, que sí los lleva y que Antonio Cerrajería bien conoce (a Sebastián Borja).¿Hay suficiente variedad de obras en las piezas de las orquestas de pulso y púa o al final hay piezas “obligadas” para la mayoría de ellas?No sabe, no contesta, de orquestas extrañas. En las partituras que yo he arreglado creo que hay una gran variedad de partituras y no entiendo qué se quiere decir con piezas “obligadas”. Quizás, en el caso de la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid, a la que pertenezco, si se me pregunta si hay algunas piezas que con más frecuencia suelen culminar los conciertos o bien en forma de bis; les diré que si es esto lo que se pregunta diría que sí y cito a título de ejemplo:
Estudiantina madrileña del maestro Padilla.
Marcha Radetzky de J.Strauss padre.
Jota de Gigantes y Cabezudos del maestro Caballero. Además de la puesta en escena, ¿Qué diferencias ve en una rondilla, una tuna o una orquesta de pulso y púa?La diferencia que yo creo que existe entre la rondalla clásica, una orquesta de pulso y púa y la tuna está por una parte en el carácter más juvenil de la tuna con canciones en abundancia y rondas a las muchachas y la unión y análoga edad que implica en la tuna el hecho de pertenecer a una misma Universidad y actuar de pie y sin partitura. La diferencia entre rondalla y orquesta de pulso y púa la veo fundamentalmente en que la rondalla es de carácter menos serio y formal que la orquesta de pulso y púa, aunque ambas puedan actuar con atriles, partituras y sentados. Puede que la orquesta de pulso y púa tenga un mayor componente de conocimientos de solfeo.Usted pertenece a la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense y desde dentro habrá visto con mayor facilidad la evolución desde una tuna a una orquesta… ¿cómo valora y dónde se percibe esa transformación?La transformación que he notado al pasar de la Tuna a la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid ha sido la evolución que conlleva la diferencia de edad y con ella el pasar en la mayoría de los casos de tocar en la Tuna música con canciones, rondas a las chavalas, sin partituras y de pie, a tocar en todos los casos de Orquesta con partituras, sentados con atriles y mayor calidad en las piezas interpretadas. No puede olvidarse que los miembros de la Orquesta actual (que fuimos tunos) ahora somos mayores y profesionales en ejercicio y/o jubilados (ingenieros, licenciados, médicos, economistas, abogados, etc.)El mundo del pulso y púa es cada vez más generoso en España (conciertos, festivales, agrupaciones cada vez de mayor calidad) sin embargo, continúa siendo un tipo de música con escasa trascendencia “mediática”. ¿A que cree que es debido?La escasez de trascendencia “mediática” en el mundo del pulso y púa creo que es un problema cultural ya comentado que nace en la niñez y juventud por el abandono de estos temas en los planes de estudio que se conciben en España desde hace siglos. Yo haría extensivo este problema no solo al mundo del pulso y púa, sino incluso a la música en general. Sobre todo habría que incidir por ejemplo en que actuaciones como “EL CONCIERTAZO” de TVE 2 a las 12 de la mañana para niños los sábados, se hiciesen extensivos para agrupaciones de pulso y púa en horas razonables para las audiencias, y este tipo de programas deberían surgir, a instancias de las diferentes instituciones, fundamentalmente del Estado y Autonomías, que pagamos todos. ¿Por qué no se hace? En mi opinión, porque no da dinero ni poder y sobre todo no da votos a la clase política que hacen los planes de estudios, y la cultura musical queda en general y la de pulso y púa en particular como siempre de “cenicienta” en los presupuestos de las Instituciones.Periodista: Víctor Vela